¿Puede la sal de las carreteras afectar tu coche?
La nieve puede verse hermosa y es un fenómeno de la naturaleza que millones de personas aman durante la temporada del invierno.
Sin embargo, cuando hay presencia de nevadas durante la climatología gélida, pueden presentarse problemas en la cotidianidad para los ciudadanos, y se trata de la propia acumulación de la nieve en las carretas y espacios públicos.
Esta situación hace difícil el traslado de un lugar a otro no solo cambiando, sino también dentro del automóvil. Es por esto que la manera de dar solución a este problema es esparciendo sal por las vías y carreteras en búsqueda de hacer que la nieve se disperse o desaparezca. Si tuvieras que conducir tu vehículo por causa de fuera mayor, te recomendamos conocer lo básico sobre cómo conducir de forma segura en invierno y aprender cómo poner las cadenas de nieve. Gracias a estos pequeños trucos, podrás ir mucho más tranquilo en estos casos.
¿Sabías que esto era posible? Pues sí, la sal hace que la nieve se derrita, ya que cuando disolvemos una sustancia sobre el agua, si punto de fusión disminuye. Es decir, que si el agua se congela a 0 grados C, en presión atmosférica normal, se logra una disolución.
Así que listo, así se resuelve en muchos lugares el problema de la nieve en los terrenos y carreteras… Pero, esto puede representar otro percance: el desgaste de los coches.
En España es muy común que gran parte de las carreteras sean bañadas en sal (tanto en roca como en salmuera) para disolver la nieve, creando un daño colateral a los usuarios.
Lo cierto es que la exposición de los automóviles a la sal, sobre todo de los neumáticos, puede causar distintos daños o desgastes. No solo puede perjudicar la pintura, la carrocería, frenos, radiador, los amortiguadores y el tubo de escape, las llantas también se llevan gran parte de este problema.
Esto se debe a que la sal es corrosiva y acelera la oxidación del acero, concluyendo en el desgaste de las distintas piezas de tu coche. Un bien que causa un mal para tus bienes. Por lo que, efectivamente, la sal afecta a tu coche de manera directa o indirecta.
Sin embargo, aunque puede parecer preocupante, hay maneras de evitar que estos daños sean muy grandes o importantes y de disminuir las posibles de corrosión y desgaste en las distintas partes del automóvil y sobre todo de los neumáticos.
¿Qué hacer para disminuir el efecto de la sal en tu coche?
Pues en primer lugar, el más importante paso que deberás realizar para evitar que la sal afecte tu coche es también el más simple y común: lavar constantemente tu máquina, sobre todo de forma externa que es la que tiene el contacto directo con la sustancia salina.
El tiempo para realizar esta tarea es el punto clave. Mientras más horas pase la sal adherida al vehículo, más puede perjudicar la zona de adhesión. Por lo tanto, es necesario que laves el vehículo lo más rápido posible después de transitar por la carretera cubierta de sal. También deberás hacerlo las veces que sean necesarias.
Si sueles salir diariamente durante esta época, entonces intenta hacer el lavado cada día al llegar a casa.
Aunque muchos prefieren llevar su coche a un autolavado, esto puede resultar más costoso debido a la frecuencia necesaria, por lo tanto, en esta temporada puedes acostumbrar a hacerlo por tus propios medios.
Utiliza jabones neutros que respeten las gomas, pintura, plásticos y demás materiales del vehículo, y muy importante utiliza abundante agua, para eso una manguera a presión es una aliada perfecta. Sécalo con toallas de microfibra de alta absorción.
Asimismo, para la prevención de las zonas bajas del coche y los pasos de rueda, puedes aplicar antigravilla.
Otro punto importante es que a la hora de aparcar o guardar el vehículo durante la noche o el tiempo en el que estás en casa, asegúrate de resguardarlo en el porche de casa donde no esté expuesto a zonas con sal esparcida.
Si no puedes asegurarlo dentro de un sitio seguro del hogar trata que la zona en la que aparques no sea un terreno cubierto por tal sustancia, pues dejarlo en un sitio así puede causar más daños y más si pasa mucho tiempo.
Así que ya lo sabes, durante el invierno y las nevadas, aunque te resuelven el problema del traslado por las vías comunes, también puede representar un percance para tu preciado compañero de viajes y transporte.
Por lo tanto, solo con darle el cuidado y las atenciones adecuadas puedes minimizar o revertir el daño.
Por último, las nevadas conllevan mucho frío y hielo, por lo que proteger tu coche de las heladas es más que importante en estas épocas del año.
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