¿Cómo recurrir una multa de tráfico?

Cómo recurrir una multa de tráfico

Recibir una multa no es nada agradable. Y más cuando no se cometió ningún tipo de infracción o el funcionario de tránsito se saltó alguna norma para imponértela. Sin embargo, hay formas de recurrir a las multas de tráfico, sin necesidad de que se tenga que desembolsar el importe de la sanción. 

La clave para poder recurrir multas de tráfico no solo está en conocer en cómo es el proceso, sino también es tener un conocimiento básico de la ley de tránsito, así como las normas de circulación. 

Lo más común es que una persona que ha recibido una multa, acabará pagándola. Pero existen varias razones por las que se puede recurrir una multa. Lo que hay que dejar claro es que si se conocen las normas de tránsito, es menos probable que te impongan una multa, pero aún así puede pasar.

El caso es que de haber cometido una infracción o no, la ley permite que el agraviado pueda recurrir la multa. 

Una multa muy frecuente, es aquella que se impone al no haber pasado la ITV de tu coche, por lo que es sumamente importante que tengas conocimiento de cada cuánto pasar la ITV. Esto puede ahorrarte unos euros de la multa, además de cumplir con las exigencias mínimas de mantenimiento de tu vehículo.

Por lo tanto, en este artículo conocerás cómo recurrir una multa de tráfico.

¿Cuándo se puede recurrir una multa de tráfico?

Antes de iniciar el proceso de recurrir una multa de tráfico es fundamental conocer el motivo por el cual ha aparecido la multa. Esto significa conocer cuál ha sido la infracción que se ha cometido. Para conocer la razón solo hay que leer la boleta con la denuncia.

Como ya explicamos, si el órgano que emite la multa tiene razón o no, el conductor está en su derecho de recurrir o apelar la sanción. 

Estos son los supuestos en los que se puede recurrir una multa de tráfico.

Cuando la multa es injusta

Si se cumple a cabalidad la ley de tránsito y las normas de circulación, no hay ninguna razón por la cual denunciarte. Ya con esto tienes suficiente argumentos para demostrar que no cometiste ninguna infracción. 

Cuando encuentras un argumento ganador

Aquí debes acudir al lugar donde cometiste la supuesta infracción y observar con detenimiento la zona. Cualquier elemento que consigas puede ser el argumento principal para evitar la sanción.

Por ejemplo, una multa por aparcamiento, puedes fijarte que no haya ningún obstáculo que dificulte la visión de la señal de prohibición de estacionar. Una pegatina, árbol o pintada puede ser el artífice de la anulación de una multa. 

Otro argumento que puede ayudarte a ahorrarte el pago de una multa es que la señal esté en otro idioma distinta al oficial del Estado. 

La multa no tiene faldón de recursos

Toda resolución administrativa que se comunique a una persona debe tener -de forma obligatoria- un faldón en el que se informa sobre los recursos que se pueden interponer y los plazos para realizarlos. 

Si la denuncia que recibes no tiene faldón, no tienes que recurrirla. La administración debe emitir una nueva, esta vez con el faldón.

En este caso la multa puede prescribir si pasa el tiempo reglamentario. 

Cuando existe un defecto de forma

Un error en cualquiera de los datos que aparezcan en la denuncia se interpreta como un defecto de forma, lo cual puede dar paso a la invalidez de la multa.

Un error en la redacción del nombre y el apellido del conductor o en la matrícula del auto puede ayudar a que la multa sea recurrida. 

Cuando no aparece la identidad del agente denunciante

Es obligatorio que en una multa aparezca la identidad del agente o ente que hace la denuncia. Cuando no aparezca, debes recurrir la multa.

Por otra parte, en las multas por aparcamiento las denuncias siempre son hechas por un empleado de una empresa privada o un vigilante y no por un agente o funcionario público.

Si este es el caso se puede recurrir alegando que el controlar no tiene presunción de veracidad.

Cuando la multa ha prescrito

El plazo de prescripción de una multa de tráfico es de tres meses para las infracciones más leves y de seis meses para las más graves. 

El plazo arranca desde el mismo día en que cometiste la infracción, si presentas un recursos puedes ganar tiempo y esto puede terminar en la prescripción de la multa.

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